Los cuerpos extraños pueden contaminar los productos de muchas maneras. El metal, el plástico y el vidrio son, con diferencia, los tipos de contaminantes físicos más habituales. Se suelen introducir en los productos principalmente a través de las siguientes formas:
- Inclusión en las materias primas
- Introducción accidental por parte de los empleados (por ejemplo, sus efectos personales)
- Procesos de mantenimiento realizados en las líneas de procesamiento o de producción, o en sus inmediaciones
- Rotura o funcionamiento incorrecto de los equipos durante los procesos de producción y empaquetado